La tradición popular conviene en que cada 2 de noviembre los muertos regresan a tierra para convivir con los vivos. Se trata de los amores más profundos: los agasajaremos con sus antojos preferidos y sus vicios predilectos. Para la mayoría de las culturas prehispánicas la muerte no era una tragedia, sino la continuación de otra vida. Antes los mexicano morían de enfermedades, vejez o como resultado de alguna de tantas guerras; hoy resulta cruel, por decir lo menos, reírnos de tantos decesos derivados de causas hediondas: el nepotismo, la crueldad, la vorágine, el elitismo, la ineptitud, el desparpajo, el clasismo, la corrupcións..!! Si estos muertos regresaran nada habría cambiado. Volverían a morir de una forma parecida a como se muere en el México de hoy: El país tiene sus propias (y verídicas) “Mil maneras de morir... a proceso...!!